domingo, 12 de enero de 2020

El rostro de la sombra - Alfredo Gómez Cerdá






Ficha técnica

  • Título: El rostro de la sombra
  • Autor: Alfredo Gómez Cerdá
  • Editorial: SM
  • Año publicación: 2011
  • Páginas: 160
  • Género: novela negra


Opinión personal



 Se trata de una obra que, pese a lo breve que es, tiene muchos aspectos interesantes, que hacen muy recomendable su lectura. Por un lado, me ha agradado el hecho de que el ritmo de la novela sea realmente ágil. Su autor no se va por las ramas dando excesivas descripciones, ni enrollándose en detalles superfluos ni florituras. Tiene la dosis justa y necesaria de detalles para que el lector se sienta dentro de la historia, sin hacer que decaiga en ningún momento el interés de la trama. Va directo al grano, sucediéndose escenas en las que casi siempre sucede algo que hace avanzar la historia y no tiene párrafos de relleno, de forma que nunca tienes la sensación de que el ritmo se detenga.

La trama en sí aborda un tema tan actual como son las redes sociales y, sobre todo, algo tan preocupante como es lo que son capaces de hacer y publicar ciertas personas con tal de conseguir difusión y que su contenido se viralice. En esta ocasión, el autor nos presenta a un grupo de tres chicos (Adrián, Borja y Claudio) que, en una noche de borrachera, deciden grabar con el móvil cómo lanzan una piedra de grandes dimensiones desde un puente bajo el que transcurre una transitada carretera, y cómo, si su plan sale bien, provocan un accidente.

Adrián, que sin duda es el que más dotes de líder tiene de los tres, decide ser el que grabe todo, mientras los otros dos se encargan de levantar la gran piedra y lanzarla. Tras esperar el momento oportuno, con los nervios a flor de piel, dejan caer la piedra. La idea era que la piedra no cayese encima del vehículo, sino justo delante, con el objetivo de asustar al conductor y que este, en consecuencia, tuviese que dar un volantazo, y provocar el accidente. 

En principio, todo les sale a la perfección: consiguen que quien conducía el vehículo vire bruscamente, lo que provoca , tras una espectacular pirueta, que el vehículo acabe volcado, e incluso Adrián lo graba desde el principio. Se largan corriendo, sin esperar a ver la suerte de los ocupantes del vehículo, y, tras colarse en su instituto y acceder a la sala de informática, crean un blog y publican el vídeo. En cuestión de horas todo el mundo habla del accidente, todo el mundo contiene el aliento viendo las brutales imagenes, y se convierte en la comidilla del instituto. Lo que Adrián no sabrá hasta horas después es el resultado tan terrible que acarreará lo que han cometido. La vida de un familiar de alguien a quien Adrián aprecia cambiará radicalmente después de esa noche...

Otro aspecto muy interesante que aborda esta historia, y que te hace pensar bastante, es cómo,en situaciones límite, hay quienes son capaces de culpar a otras personas de algo que han hecho ellos, con tal de librarse del castigo, incluso aunque esa o esas personas sean del círculo cercano o íntimo. También entra en juego en esta novela el instinto protector innato en los padres hacia sus hijos, y cómo estos suelen apoyarlos incondicionalmente, incluso en las peores situaciones.

Además, me agrada el hecho de que otro personaje, que al principio parecía que no iba a tener apenas importancia en la historia se acabó convirtiendo en decisivo. No quiero ahondar más en este aspecto para evitar hacer un spoiler a quien esté leyendo esta reseña. Pese a tener un final abierto, cosa que no me suele gustar demasiado en las historias porque te deja con la intriga de qué pudo o no pasar al final, he de decir que me ha agradado mucho encontrar un autor con una escritura tan fresca y dinámica.

En definitiva, si andáis buscando un libro corto, pero que os haga pensar, os recomiendo esta obra que, como ya he dicho, aborda como tema principal algo que tristemente cada vez va en aumento, y es la gente, sobre todo joven, que hace burradas de toda clase, tanto a sí mismos como a otros, para conseguir visualizaciones en Internet. Como suele decirse: "el sentido común es el menos común de los sentidos".




1 comentario:

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